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La vida en la casa de Refugio
La directora del Centro Shama, Frances Davinson, escriba sobre la vida en la casa de refugio. Desde el 22 de agosto del 2004 se abrio las puertas de la Casa de Refugio a los niños que viven en las calles de Lima. Desde esa fecha a la actualidad, hemos aprendido mucho, hemos sufrido mucho y hemos visto la gloria de Dios en la vida de los niños. Cada uno de ellos es una historia que contar, un mundo que descubrir y un gran reto en el Señor.
La vida empieza a las seis de la mañana, con un tiempo de canticos, oraciòn y un aprender un versìculo bìblico dado por un tutor y los niños. Despuès de media hora cada niño conoce la tarea que le toca (limpieza de la casa), que lo realizan en media hora luego un baño y a las siete y treinta de la mañana todos estamos tomando desayuno (educadores, los niños y yo). Ellos parten al colegio antes de las ocho de la mañana (seis niños) y tres niños se quedan todavia en la casa para seguir trabajando con ellos y prepararlos para el colegio.
Cada niño alberga un pasado triste y doloroso en su vida. Algunos de ellos han sido tan abusados sexualmente, que su organismo se ha acostumbrado a esa actividad y la buscan desesperadamente, otros tienen tanta violencia (sìntoma de su abtienencia de la droga) que solo pelea y pelea; otros tienen mucha tristeza pues recuerdan a sus familiares y sufren porque ellos tambièn sufren. La casa de refugio es libre, si el niño quiere se puede escapar. Algunos se han escapado y han vuelto a regresar, ahora esos niños son los mas estables. Nosotros tenemos que luchar y trabajar con la sabudrìa de Dios, pues solos no podriamos, porque la mente y el corazòn de los niños estan muy dañados. Los niños tienen diversas recreaciones, mucho deporte y musica y cada cierto tiempo salidas a otros lugares que enseñan la Palabra de Dios tan recreativa y divertida.
Le damos mucha importancia a estudio de la Biblia, todos los dias los niños tienen un tiempo de "Horas Felices", donde estudian la Palabra de Dios. Ellos son tratados como hijos, pues para nosotros son como nuestros hijos. En la actualidad hay solo un educador estable, una voluntaria de Suiza, dos voluntarios peruanos a medio tiempo y mi persona. Estamos muy contentos de ser instrumentos para restaurar niños tan sufridos.
El reto es grande, pero cuando vemos cambios en ellos, nuestro corazòn se goza y glorifica a Dios. El conseguir que estudien en el colegio y no se escapen es un gran triunfo, que ellos tengan amistad unos de otros es un gran gozo, que ellos obedezcan y sean limpios nos da alegrìa y Dios en su misericordia lo esta realizando. Cada semana aumenta un niño, esa es una estrategia de trabajo para conocer mejor al niño y que el grupo de niños pueda influir al niño nuevo, de esa manera se ha obtenido mejores resultados que cuando ingresaban dos o tres al mismo tiempo.
Gracias al Señor por todas las personas que han colaborado para seguir adelante con esta preciosa obra. La gloria sea para nuestro Señor Jesùs.
Frances Davinson, Lima, Mayo 2005
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